Fuente: FEPEX 10 Diciembre 2015

Estabilización de la importación comunitaria de frutas procedentes de países terceros en el primer semestre del año

La importación de la UE de frutas procedentes de países terceros en el primer semestre de 2015 se ha situado en 6 millones de toneladas, igual volumen que en el mismo periodo de 2014, siendo el plátano la principal fruta importada, representando el 45% del total, seguido de piña, cítricos, uva, manzana, pera, melón y sandía, según los últimos datos actualizados hasta junio por la Oficina Europea de Estadísticas, Eurostat, procesados por FEPEX.

La importación de plátano totalizó 2,7 millones de toneladas, un 2% más que en el primer semestre de 2014 y los principales proveedores fueron  Costa Rica, Ecuador y Colombia.

Tras el plátano la principal fruta importada por la UE de países terceros en el primer semestre de este año es la piña con 819.340 toneladas y un descenso del 2% con relación al mismo periodo de 2014. Los principales proveedores de piña son Costa Rica con 377.840 toneladas y Perú con 122.889 toneladas.

Al plátano y la piña le siguen los cítricos, con 776.017 toneladas, un 1% más en el primer semestre de 2015 y los principales países terceros proveedores son Egipto, con 188.085 toneladas y Marruecos con 140.067 toneladas.

Destacaron también las importaciones de uva con 572.187 toneladas, un 1% menos,  siendo Sudáfrica y Chile los principales países proveedores. Las importaciones de manzana y pera se situaron en 451.831 toneladas un 21% menos que en el primer semestre de 2014, siendo también Sudáfrica y Chile los principales proveedores.

En cuanto a melón y sandía las importaciones se situaron en 407.275 toneladas, un 6% más, siendo Brasil y Marruecos los principales proveedores de la UE, con crecimientos del 29% y del 25% respectivamente.

En el periodo analizado cabe destacar que se mantienen o crecen las importaciones comunitarias procedentes de países como Turquía o Marruecos, a pesar del veto ruso, no cumpliéndose, según FEPEX, las previsiones de que con el veto a las frutas y hortalizas comunitarias, la producción de países terceros se desviaría al mercado ruso.