Fuente: FEPEX 5 Marzo 2014

El Informe del Parlamento Europeo sobre el futuro del sector de la horticultura recomienda un marco legislativo y político propicio

El Pleno del Parlamento Europeo que se reunirá la próxima semana, en Estrasburgo, tiene previsto votar el informe sobre “El futuro del sector de la horticultura en Europa: estrategias de crecimiento”, en el que se recomienda que se establezca “un marco legislativo y político lo más propicio posible” y que se tenga en cuenta la importancia de los productos fitosanitarios para el desarrollo de los cultivos y en especial los usos menores, entre otros aspectos.

En la exposición de motivos del informe-iniciativa, que fue aprobado en la Comisión de Agricultura del 21 de enero, el Parlamento explica que: “los productores necesitan que el marco legislativo y político sea lo más propicio posible. El régimen aplicable al sector de las frutas y hortalizas de la UE ha ayudado a los productores a orientarse hacia el mercado, ha fomentado la innovación y ha aumentado la competitividad de estos mediante el apoyo a las organizaciones de productores. Sin embargo, tras quince años, más de la mitad de los productores de la UE no pertenecen a una organización de productores a pesar del objetivo de la Comisión de una tasa media de 60 % para 2013".

Ante esta situación, el Parlamento Europeo recomienda que “La Comisión, en su revisión del  régimen aplicable al sector de las frutas y hortalizas de la UE debe presentar normas prácticas más claras acerca de cómo habría que diseñar y gestionar las organizaciones de productores y garantizar que el sistema se adapte a las estructuras de mercado existentes en los Estados miembros.

Con relación a los productos fitosanitarios, el Parlamento Europeo destaca que “la horticultura depende de varios productos fitosanitarios” y destaca que “los usos menores son especialmente vulnerables”, alertando de que “sería sumamente lamentable que se llegara a un punto en el que los fabricantes no desarrollaran nuevos productos para el mercado de la UE y decidieran por el contario centrarse en otros mercados con una carga normativa menor”.

El Parlamento recomienda, además, a la Comisión “reevaluar, las restricciones actuales al uso de algunos neonicotinoides, y tendría que evaluar correctamente las repercusiones económicas y medioambientales de dichas restricciones antes de otorgarles carácter ejecutivo”.

El informe-iniciativa, que fue presentado en octubre de 2013 por la ponente: Anthe McIntyre, hace también recomendaciones sobre otros aspectos como la investigación, destacando que “la legislación, por sí sola no basta y dadas  las restricciones presupuestarias a la financiación del sector público para la investigación en el ámbito de la horticultura en los Estados miembros, resulta más importante que nunca fomentar la investigación llevada a cabo por el propio sector, y que los minoristas, como beneficiarios directos de la investigación y desarrollo (I+D) de nuevos productos, reinviertan en el sector una parte de los beneficios obtenidos de los productos frescos”. Explica que “la inversión conjunta en la investigación de nuevas variedades, técnicas de producción y productos que los consumidores quieran comprar permitirá a los productores de la UE conservar una base de producción viable y competir con éxito en los mercados mundiales. La transferencia de los resultados de la investigación a la práctica resulta especialmente importante y es fundamental si la horticultura de la UE quiere seguir por delante de sus competidores.

La transferencia de los resultados de la investigación llevada a cabo en el ámbito público hasta los productores  y el impulso de las relaciones directas entre los productores y el ámbito de la investigación fue una de las medidas propuestas por el presidente de FEPEX, Jorge Brotons, en la audiencia pública que el Parlamento Europeo organizó sobre el futuro de la horticultura el 9 de julio de 2013, en Bruselas. Para FEPEX, es fundamental establecer una política que contribuya a un desarrollo racional de la producción y, en este contexto, facilitar, por un lado, la constitución y funcionamiento de las organizaciones de productores, y por otro, aumentar la disponibilidad de productos fitosanitarios, constituyendo dos grandes prioridades estratégicas para el futuro del sector.