Fuente: FEPEX 22 Diciembre 2014

Preocupación en el sector por la exclusión de frutas, hortalizas, flores y plantas del régimen de pagos directos de la PAC

Una gran parte del sector de frutas y hortalizas y de flores y plantas vivas ha quedado excluido del régimen de pagos directos de la PAC, por el Real Decreto 1076/2014 aprobado por el Consejo de Ministros el viernes y publicado en el Boletín Oficial del Estado del sábado 20 de diciembre, por haber estado excluido en el pasado de estas ayudas directas a la renta.

Para FEPEX, la exclusión aprobada, ahora, en España, provocará una grave distorsión de la competencia efectiva entre los productores de frutas y hortalizas a nivel nacional, en la medida en que la nueva PAC no excluye la posibilidad de que los productores que reciban nuevos pagos directos, desde el año 2015 y hasta el 2019, puedan cultivar estos productos.

También provocará distorsiones a nivel de la UE, pues todos los productores de los principales países de la UE competidores del sector español han quedado incluidos en el nuevo régimen de pagos directos. Las distorsiones de la competencia pueden ser muy graves en determinados cultivos y afectar seriamente a la competitividad de las explotaciones españolas y en consecuencia a su sostenibilidad económica.

Para FEPEX, la exclusión de los sectores de frutas y hortalizas y de flores y plantas del régimen de pagos directos, que con anterioridad no recibían ayudas por este  concepto, no respeta el principio general del derecho de la UE de no discriminación y de igualdad de trato, pues explotaciones comparables recibirán o no pagos directos en base únicamente a referencias históricas, sin que concurra una justificación objetiva para dicha diferenciación, porque las explotaciones incluidas y excluidas tienen en muchos casos características agronómicas y geográficas similares.

Para FEPEX, en la decisión de exclusión no se ha considerado el fuerte peso del conjunto del sector hortofrutícola en el empleo y la actividad productiva agraria, ni se ha valorado el impacto negativo que esta exclusión puede provocar sobre los productores históricamente orientados a cultivar frutas y hortalizas.