Fuente: FEPEX 30 Diciembre 2014

2014: un año marcado por el veto ruso y la reforma de la PAC

El valor de la exportación española de frutas y hortalizas frescas de enero a octubre de 2014 descendió un 0,4% con relación al mismo periodo de 2013, totalizando 8.351 millones de euros, según los últimos datos actualizados por la Dirección General de Aduanas del Ministerio de Economía, y FEPEX prevé que el año 2014 concluya con un retroceso del valor, rompiendo la tendencia creciente del sector de, al menos, la última década. El veto ruso ha sido decisivo en esta ruptura de tendencia y la aplicación de la PAC será también decisiva en los próximos años.

La evolución de la exportación hasta julio de 2014 ha sido positiva con crecimientos del 6% en volumen y del 1% en valor. No obstante, en la segunda parte de 2014 está teniendo especial importancia la prohibición rusa de importar frutas y hortalizas  comunitarias, adoptada el 7 de agosto. La caída de la exportación en el mes de agosto fue del 19,81% en valor y del 11,48% en volumen con relación al mismo es de 2103. En septiembre la exportación volvió a bajar, un 8% en volumen y un 4,6% en valor y en octubre se mantiene la tendencia a la baja del volumen exportado.

Para FEPEX las consecuencias del veto ruso van más allá de lo que se pueda estimar como exportación directa a Rusia. No se han tenido en cuenta la reexportación española a través de otros países, ni  “la presión a la baja sobre los precios  que persiste para algunos productos y regiones de la UE”, según explicaba el propio comisario de Agricultura para justificar la continuidad de las medidas de apoyo al sector, publicadas el 20 de diciembre. No se ha tenido en cuenta tampoco que la pérdida del mercado ruso ha fomentado políticas de nacionalización del mercado que se está consolidando en distintos países europeos, promocionando intensamente su producción nacional. La crisis provocada por el veto ruso también ha puesto en evidencia la ineficacia de las medidas de gestión de crisis de mercado.

 

En cuanto a la nueva PAC, la publicación del Real Decreto 1076/2014 sobre el régimen de  pagos directos  el 20 de diciembre, recoge la exclusión de una gran parte del sector de frutas y hortalizas frescas de este régimen, por haber estado excluida en el pasado de las ayudas directas a la renta.

Para FEPEX, la exclusión aprobada en España, provocará una grave distorsión de la competencia efectiva entre los productores de frutas y hortalizas a nivel nacional en determinados cultivos, en la medida en que la nueva PAC no excluye la posibilidad de que los productores que reciban nuevos pagos directos, desde el año 2015 y hasta el 2019, puedan cultivar estos productos. También provocará distorsiones a nivel de la UE, pues todos los productores de los principales países de la UE competidores del sector español han quedado incluidos en el nuevo régimen de pagos directos. Las distorsiones de la competencia pueden ser muy graves en determinados cultivos y afectar seriamente a la competitividad de las explotaciones españolas y en consecuencia a su sostenibilidad económica.

 

En el ámbito de la organización común de mercados, los cambios más importantes se han derivado de la reforma de las normas sobre el reconocimiento y funcionamiento de las organizaciones de productores de frutas y hortalizas, que ha obligado a la generalidad de las organizaciones a realizar nuevas comunicaciones, y en su caso a realizar la adaptación a la nueva regulación.

 

En 2014 se ha producido también un descenso del consumo en los hogares, que ha sido del 2% en volumen y del 9% en valor hasta el mes de septiembre, en comparación con el mismo periodo de 2013, totalizando 6,45 millones de kilos y 8.266 millones de euros.

 

Para FEPEX, el retroceso de la exportación, coinciden te con el retroceso del consumo en los hogares, y el crecimiento de la importación (un 5% más en volumen, totalizando 2 millones de toneladas y un 1% en valor, situándose en 1.391 millones de euros), pone en evidencia el periodo crítico en que se encuentra el sector español y la necesidad de corregir las distorsiones de la competencia efectiva existente en el ámbito comunitario y adoptar medidas urgentes y eficaces de mejora de la competitividad y de cumplimiento estricto de los acuerdos comerciales.