Política Agraria

FEPEX defiende una política agraria que contribuya a potenciarla la actividad agrícola, a generar empleo y a mantener el medio ambiente y que sea respetuosa con los principios del derecho de la Unión Europea de no discriminación entre agricultores en situaciones semejantes, no distorsión de la competencia y proporcionalidad entre las medidas y sus fines.

Los productores de frutas y hortalizas, de patata para consumo, y de flores y plantas, representados en FEPEX, tienen en el marco de la PAC un doble reto: por un lado, obtener unas condiciones iguales entre productores comunitarios en situaciones semejantes, corrigiendo las distorsiones de la competencia existentes actualmente, y por otro mantener un proceso permanente de mejora de la competitividad de sus producciones y de la calidad frente a una competencia creciente, provocada por la globalización del mercado comunitario y la fuerte presencia en el mercado de productos sustitutivos.

Los sectores representados en FEPEX son estratégicos para la agricultura, la sociedad y la economía española por su capacidad para la creación y el sostenimiento del empleo agrario en regiones con altas tasas de paro dado su carácter intensivo en mano de obra, por su contribución a un desarrollo equilibrado e integral del conjunto del territorio, dada su diversidad de productos y regiones productoras y su demanda de múltiples bienes y servicios en las áreas rurales, por su contribución al mantenimiento de una dieta sana a precios asequibles para toda la población, con consecuencias positivas tanto desde el punto de vista del bienestar social como del gasto sanitario, por su contribución a la seguridad alimentaria, y por su orientación a los mercados exteriores, contribuyendo significativamente al equilibrio de la balanza comercial agroalimentaria. Además, constituyen el núcleo de la agricultura española porque representan más del cincuenta y cinco por ciento de la producción vegetal agraria.

En base a las razones apuntadas y en el ámbito del régimen de pagos directos, FEPEX ha planteado que su aplicación en España debe respetar los tres principios generales del derecho apuntados anteriormente, con el fin de eliminar las distorsiones en el mercado derivadas de la liberalización del uso de las tierras en el marco de las sucesivas reformas del régimen de pago único y de que se respete la proporcionalidad entre la ayuda percibida y la contribución de la explotación a la actividad económica, al empleo y a la sostenibilidad medioambiental.

En el ámbito del régimen específico de frutas y hortalizas, FEPEX considera prioritario ampliar la base social y económica de las organizaciones de productores, facilitar su reconocimiento en base a criterios objetivos, mejorar la eficacia de las medidas de la gestión de crisis y facilitar las inversiones colectivas o individuales en las explotaciones que tengan como objetivo mejorar la competitividad y la calidad.

FEPEX informa puntualmente a sus socios a lo largo de todo el proceso de aprobación de los reglamentos comunitarios y de las normas nacionales de aplicación de la política agraria comunitaria y realiza propuestas con el objetivo de que las normas prevean las características, necesidades y objetivos de los sectores que representa.