Fuente: FEPEX 24 Mayo 2016

La exportación hortofrutícola a países terceros desciende un 11% en volumen y aumenta un 3% en valor en el primer trimestre

La exportación española de frutas y hortalizas frescas a países terceros en el primer trimestre de 2016 representó un 5,5% del total exportado por España, descendiendo un 11% en volumen, con relación al mismo periodo de 2015, totalizando 203.679 toneladas y aumentó un 3% en valor, situándose en 225 millones de euros, según datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, procesados por FEPEX.

En las exportaciones a países terceros destacan dos grupos de países. Por un lado, los europeos no comunitarios, que representaron el 2,5% del total, y por otro los extra-europeos, que representan el 3% en volumen.

La exportación a países europeos no comunitarios descendió un 14% en volumen y un 7% en valor, totalizando 92.565 toneladas y 109 millones de euros. El mercado de Rusia que era el primer destino no comunitario de las frutas y hortalizas españolas antes del veto, sigue cerrado siendo la causa básica del comportamiento negativo de la exportación a estos mercados.

Las exportaciones fuera de Europa caen un 9% en volumen, creciendo un 16% en valor, totalizando 116 millones de euros. La exportación a Brasil se situó en 11,2 millones de euros, un 8% más, a Emiratos Árabes Unidos se situó en  15,9 millones de euros (+10%) y a Canadá totalizó 19 millones de euros (+29%).

La UE representa el 94,5% de la exportación española en el periodo analizado, con 3,4 millones de toneladas, un 2% menos. El valor ascendió a 3.465 millones de euros (+6%). El descenso del volumen exportado a la UE se debió al retroceso de la exportación a Francia, segundo mercado de España, con un 2% menos y a  Italia, con un 25% menos. Alemania, el primer mercado de las frutas y hortalizas españolas creció un 2%, con 930.232 toneladas por un valor de 964,4 millones de euros (+13%).

Para FEPEX, el comportamiento de la exportación a terceros países está siendo determinado por el mantenimiento del veto ruso a las exportaciones españolas, habiéndose observado un endurecimiento de los controles efectuados por las autoridades rusas, y por las barreras fitosanitarias en otros mercados, que limitan fuertemente el acceso a los mismos.