Fuente: FEPEX 5 Septiembre 2024

El tomate se posiciona como la hortaliza estrella entre los españoles

El consumo de tomate en los hogares españoles es de 11,2 kilos por persona y año, según el Informe del Consumo Alimentario en España de 2023 del Ministerio de Agricultura, manteniéndose como la hortaliza más demandada en nuestro país, con el 23% del total. El volumen comprado en los hogares ascendió a 525 millones de kilos, lo que muestra su importancia en el consumo, y también en la producción y exportación española, ascendiendo esta última a 558.514 toneladas por un valor de 1.172 millones de euros.

La producción de tomate tiene un impacto económico significativo en España, generando ingresos directos a través de la venta y empleando a miles de trabajadores en las fases de cultivo, cosecha, procesamiento y distribución, según Juan Hernandez, presidente de la sectorial de tomate de la Asociación de Productores-Exportadores de frutas y hortalizas de la Región de Murcia, Proexport, asociación integrada en FEPEX.

España es también un importante exportador de tomate, con 558.514 toneladas en 2023, por un valor de 7.883 millones de euros, siendo Alemania, Francia y Reino Unido los primeros mercados.

Murcia representa el 10% de todas las exportaciones españolas, centrándose los productores en mercados de valor, como Dinamarca y Suiza, donde la penetración de esta comunidad autónoma supera el 15%, al igual que en Francia. La oferta murciana de las empresas de Proexport ha quedado concentrada en productoras que operan con líneas de mucho valor con estructuras muy evolucionadas, que le permiten sostenerse con mayor alcance en destinos de naturaleza ‘premium’, según Juan Hernandez.

“El impacto económico del tomate también se refleja en la inversión en tecnología y sostenibilidad. Los productores hemos adoptado técnicas avanzadas de cultivo, como el riego por goteo y el uso de invernaderos de alta tecnología, para mejorar la eficiencia y reducir el impacto ambiental. Estas inversiones no solo aumentan la productividad, sino que también contribuyen a la sostenibilidad a largo plazo del sector agrícola”.

En cuanto a los desafíos, la competencia internacional, especialmente de países como Marruecos y Turquía, ha aumentado en los últimos años. Además, los cambios climáticos y las fluctuaciones en los precios de los insumos agrícolas pueden afectar la rentabilidad de los productores.

“Los precios de entrada y referencia del tomate llevan sin actualizarse muchos años y perjudican la producción de tomate de los países comunitarios, incluida España. Además, los mecanismos de salvaguardia previstos en los acuerdos con terceros países nunca se han aplicado en últimos 25 años, cuando han existido muchas ocasiones de muy bajos precios dónde se debieron establecer las medidas de salvaguardia para proteger a los productores comunitarios de tomate”, según el presidente de la sectorial de tomate de Proexport.

Actualmente, una de las principales amenazas para el sector es el virus del Rugoso (ToBRFV) que afecta con gran virulencia a las producciones; pero de mano de las casas de semillas, se está trabajando activamente en el desarrollo de variedades resistentes al mismo, mientras se mantienen la calidad.  De la misma forma, los esfuerzos se están centrando en el desarrollo del segmento de valor, donde tomates de gran calidad y sabor son protagonistas, diferenciando así nuestra oferta de otros orígenes, donde la capacidad para el desarrollo de estos productos es menor.

Junto con el desarrollo de nuevas variedades resistentes al virus del Rugoso, el gran reto, por tanto, sigue siendo el consumidor: llegar a los supermercados con un producto sostenible, con calidad y buen sabor es hoy el gran objetivo, puesto que “creemos que el consumo y la demanda podría incrementarse notablemente, no solo en España, sino también en el conjunto de Europa; el tomate tiene aún mucho recorrido por delante”, según Hernández.